El estreno europeo de Aire ha sido el primer largometraje iberoamericano en estrenar la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga. Su director Arturo Castro Godoy quiere despertar la reflexión crítica del público hacia algunos problemas de la sociedad argentina. La angustia de una madre coraje que lucha por encontrar a su hijo desesperadamente con innumerables obstáculos impuestos por las diferencias e injusticias sociales es la clave para conectar a su personaje principal con el espectador, interpretado por la actriz Julieta Zylberberg.
Su hilo argumental es frenético y agónico, como ha explicado Castro Godoy en la rueda de prensa de presentación, con el objetivo de retratar el perfil de una madre desamparada por el sistema ante una situación de desconsuelo. Va directamente al grano desde que comienza.
El hijo tiene 7 años y sufre síndrome de asperger. Cuando va a ir a recogerle al colegio como cualquier día, los profesores le advierten de que se lo han tenido que llevar al hospital sin explicaciones ni más información. A partir de ahí arranca una carrera farragosa de trabas. Ella emprende una búsqueda incansable y caótica, pero parece que nunca lo va a encontrar. La protagonista exhibe su instinto más salvaje, casi animal para plasmar el amor incondicional de una madre.
Comienza con problemas pequeños que desencadenarán en situaciones cada vez más graves, llegando a mantener al público en vilo durante toda la cinta. Así lo han corroborado los periodistas que han asistido a la proyección en el Teatro Cervantes.
En este contexto, la madre es asmática, por lo que dificulta y encrudece aún más su periplo. Precisamente Castro Godoy ha reconocido que se inspiró en él mismo, que también padece asma, para escribir el guión que más tarde llevaría a la gran pantalla. Las limitaciones personales que le provocan esta enfermedad fue el punto de partida para construir un retrato de una heroína real escrito con una gran sensibilidad. Una madre que tiene que enfrentarse a una sociedad machista que la mantiene anulada en un estado de ansiedad permanente, sin respaldo económico ni social. Este realismo sin filtros es el que el director considera crucial para acercar a su protagonista con los espectadores con la que está seguro de que se sentirán tremendamente identificados.
Está rodada en la ciudad argentina de Santa Fe, donde vive su director desde adolescente, a pesar de ser venezolano. El rodaje estaba listo en apenas tres semanas, debido a que la producción no contaba con un gran presupuesto. Y ante esta particularidad, hay que condensar bien el trabajo para reducir costes, ha aclarado. Sin embargo, este factor no ha impedido hacer realidad un proyecto emocional que logra sacudir y remover el alma de quien la ve.
Además del machismo, el argumento también pone de manifiesto otros temas principales que se van desarrollando conforme avanza la trama, como la lucha de pobres contra pobres, la precariedad del sistema sanitario o el egoísmo y la falta de empatía con la gente necesitada que nos rodea. Por lo que cuenta con un contenido de alta denuncia social.
A pesar de todo este contexto tan negro, la protagonista no pierde en ningún momento un halo de esperanza y eso es lo que su director también quiere transmitir al público. Estamos a tiempo de cambiar las cosas. Y el cine es una buena herramienta para hacernos reflexionar y alentarnos a actuar.
Fuente: Festival de Cine
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