Una mujer única que vale tanto para el drama como para la comedia. Rubia, morena, castaña, con pelo corto y melena, con gafas de sol y sin ellas, Sardà era una actriz de todos los medios, que dominaba en el cuerpo a cuerpo. Una mujer comprometida, amiga de sus amigos y una extraordinaria intérprete. Así era Rosa Maria Sardà, que ha fallecido este jueves en Barcelona, su ciudad natal, a los 78 años.
Reconocida con dos goyas como Mejor Actriz de Reparto por Sin vergüenza y ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, esta versátil e icónica profesional fue tres veces la maestra de ceremonias de los premios de la Academia –las galas de 1994, 1999 y 2002–, que también le entregó la Medalla de Oro en 2010, premio que se repartió “con alguien con quien compartiré epitafio: ‘actriz de reparto’, con mi queridísimo Manuel, Manolito Alexandre”.
Actriz “en formación”, la Sardà tenía el afecto y cariño de sus compañeros. “Ese es mi éxito en esta profesión, que tiene la mala fama de ‘quítate tú para ponerme yo’”, manifestó esta mujer, que se consideraba una privilegiada “por haber podido elegir libremente en una España oscura y negra un oficio del que he vivido dignamente y que sirve para luchar y trabajar por el bienestar de los demás, para que las sociedades avancen”.
Con una larga trayectoria profesional en la escena y la gran y pequeña pantalla, Sardà, que el año pasado publicó su autobiografía, Un incidente sin importancia, trabajó con numerosos cineastas. Luis García Berlanga, Ventura Pons, Fernando Trueba, Emilio Martínez-Lázaro, Laura Mañá, Fernando Colomo, Iciar Bollain, Imanol Uribe, Joaquín Oristrell, Santiago Segura, Pedro Almodóvar, José Luis García Sánchez, Manuel Gómez Pereira, Felipe Vega, Juanma Bajo Ulloa, Francesc Betriu, Daniela Fejerman e Inés París, entre otros, dirigieron a esta actriz y directora para quien todos los personajes eran especiales. “Cada uno es un trabajo distinto que se afronta desde la experiencia. En este oficio lo que vale es el trabajo y la dedicación”, defendía.
Salir del ropero es la última película de Sardà, que nunca se bajó de los escenarios –pisó las tablas con obras de autores y directores como Terenci Moix, Josep Maria Benet i Jornet, Lluís Pascual, Adolfo Marsillach, Josep Maria de Sagarra y Mario Gas, entre otros. Con Wit obtuvo el Premio Max a la Mejor Actriz Protagonista y con La casa de Bernarda Alba el Premio de la Unión de Actores– y también hizo televisión –presentó Vídeos de primera y Ahí te quiero ver, y fue la Abuela de verano de La 1–.
Genio y figura. Rosa Maria Sardà, Rosa, Rosi, ‘la Sardà’ parecía que no se creía nada, pero predicaba con el ejemplo y sabía reírse de uno mismo, “que es muy sano”
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