El actor de 84 años, recibirá el galardón honorífico, en la 36 edición de los Premios Goya, que se celebrará el 12 de febrero en Valencia
(EFE)
Desde que en 2012 recibió su primer Goya por «El muerto y ser feliz», José Sacristán (Chinchón, Madrid, 84 años) lleva viviendo una década de premios, homenajes y renacimiento profesional que culminará el próximo 12 de febrero con la recogida del Goya de Honor 2022. En plena forma, al actor y director piensa en todo menos en retirarse.
«Retirada no, antes monja», ha dicho hoy, entre burlón y rotundo, en un encuentro con periodistas en la sede de la Academia de Cine para hablar de ese premio honorífico que recibirá en el Palau de Les Arts de Valencia, de la institución que él mismo contribuyó a fundar a mediados de los años 80.
José Sacristán es reconocido por su protagonismo en películas de gran impacto como Un hombre llamado Flor de Otoño, Asignatura pendiente, la mencionada Solos en la madrugada, que lo hizo famoso en la Argentina. y El muerto y ser feliz.
Nacido en Madrid el 27 de septiembre de 1937, en plena Guerra Civil en el seno de una familia sin recursos y con un padre en la cárcel, el artista admitió que «querer aspirar a ser Tyrone Power en el entorno en que yo vivía era una cosa bastante loca».
Sin embargo desplegó una fecunda actividad en cuyo marcó trabó un intenso vínculo con la Argentina, donde formó pareja con la actriz Leonor Benedetto, integró el estelar elenco de Un lugar en el mundo (1992) bajo las órdenes de Adolfo Aristarain, y también del mismo director tomó parte en Roma (2004).
Su filmografía en el plano local incluyó un rol central en Convivencia (1993), de Carlos Galettini (basada en la obra teatral de Oscar Viale), y una participación en Bar «El Chino» (2003), de Daniel Burak, entre otras.
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