El cine no muere, solo se transforma y en esa evolución es crucial preservar la libertad de creación. Es una de las conclusiones a las que ha llegado este miércoles en Cannes el foro de reflexión sobre el futuro del cine liderado por el mexicano del Guillermo del Toro.
En su segunda y última jornada, la conferencia, organizada para examinar los retos del cine ante la irrupción de las plataformas y los cambios de hábitos de consumo, ha contado con la participación de Pawel Pawlikowski, Lynne Ramsay, Abderrahmane Sissako, Joachim Lafosse, Laurent Cantet, Abel Ferrara, Rebeca Zlotowski, Agnes Jaoui, Catherine Corsini y Nicolás Winding Refn.
La francesa Agnes Jaoui ha destacado la importancia del aburrimiento como punto de partida de la creatividad pero ha rechazado caer en la nostalgia. «No creo que las cosas fueran mejor en el pasado, pero sí que todo progreso acompañado de muchas regresiones», ha apuntado.
El director de «Drive», Nicolas Winding Refn, ha insistido en que «ninguna forma de arte ha desaparecido jamás» y ha subrayado que el cine necesita «gente que haga cosas nuevas».
Para el mauritano Abderrahmane Sissako, si el cine puede morir es porque no se abra a todas las voces. «Si una parte del mundo no tiene posibilidad de expresarse, quien pierde es todo el mundo, la diversidad es clave», ha dicho.
El foro contó en su primer día con la participación de Paolo Sorrentino, Michel Hazanavicius, Costa Gavras, Gaspar Noe, Claude Lellouch, Robin Campillo y Mathieu Kassovitz.
-Agencia EFE-
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