Una veintena de niñas del siglo XXI, crecidas entre Tik Tok e Instagram, que han tenido que meterse en la piel de las niñas que fueron sus madres, hace 30 años, en los 90.
Con su primera película, ‘Las Niñas’, Pilar Palomero (Zaragoza, 1980) es ya un nombre clave del cine español, capaz de combinar el éxito en taquilla con tres premios Goya: mejor película, mejor guion y mejor dirección novel. Si algo tiene claro la directora es que una de las claves del éxito de su película han sido las actrices que representan a la clase de 6ºB de un colegio zaragozano de 1992.
Para conseguirlo la directora Pilar Palomero tuvo que ver a cerca de un millar de chicas de 10 a 12 años a lo largo de siete meses con Gisela Crem, responsable de casting.»Las localizamos dando mucho mal por las redes sociales, amigos, y en los medios en Aragón. Sabíamos que las niñas iban a ser el alma de la película y no íbamos a rodar hasta tenerlas a todas», apunta. La mayoría de ellas no había actuado nunca, sólo tenía experiencia Zoe Arnao (Brisa) – que había hecho algún corto y algun anuncio- y Andra Fandos (Celia) -que había hecho teatro y un corto- «y en el casting nos emocionó a todos, tenía algo especial».
Entre ellas en la vida real hay también gran diversidad en sus procedencias, según explica la directora. «Algunas venían de colegios privados católicos, una incluso estudia en un colegio del opus, así que tampoco le resultaba muy extraño lo que contamos en la película; otra ni siquiera va al colegio, estudia en casa y tiene unos padres muy liberales así que ponía unos ojos como platos cuando le contamos cómo eran las cosas. Igual que pasaba en los años 90, hay muchos tipos de educación hoy en día…», explica la directora.
Antes del rodaje la directora mantuvo decenas de reuniones con ellas en las que les hablaban de cómo era la vida en los años 90, hacíamos dinámicas y juegos con ellas, «incluso tuvimos que enseñarles el padrenuestro y el ave maría porque había algunas que ni siquiera lo sabían. Había alguna súper feminista que estaba impactadísima», recuerda Palomero. UN CAMPAMENTO Y UN GRUPO DE WHATSAPP
Para las niñas, según la directora, la participación en la película ha sido como participar en un campamento. «Entre el grupo de 6ºB se creó una química impresionante. Grabamos en el verano de 2019 durante tres semanas todas las escenas del colegio y al final la despedida me recordaba a los campamentos a los que iba de niña: se intercambiaban fotos, cartas, lágrimas… Incluso tienen un grupo de WhatsApp que se llama Las Niñas y siguen en contacto», cuenta Palomero.
El grupo de las seis protagonistas, según la directora, son amigas para siempre. «Estuvimos casi un mes quedando con ellas para hacernos amigas, crear vinculos, recuerdos, complicidad y la química entre ellas fue instantánea desde el primer día y esa amistad continúa todavía y siguen quedando», explica la realizadora. Para que la llegada de la nueva fuera más creíble el equipo de casting decidió que la actriz que la iba a interpretar se incorporase más tarde al proyecto para que fuera más natural su llegada. «La primera escena que grabamos fue la del cuaderno de religión y cuando Celia le pregunta a Brisa, la recién llegada qué estaba dibujando, fue natural, se estaban haciendo amigas de verdad», recuerda la directora.
Desde el rodaje de la película han coincidido después en el estreno en Berlín el 23 de febrero. «Fue la única vez que vimos la película en una sala completa, y fue en un cine de 800 butacas repleto, prepandemia total. Luego nos vimos en el Festival de Málaga a finales de agosto pero ya la sala tenía restricciones, así que no lo hemos podido ni siquiera verla todo el equipo en el cine», concluye la directora.
Aunque entre las actrices hay varias promesas del cine que podrían tener una brllante carrera por delante, Pilar Palomero asegura que no tienen la cabeza en eso ahora mismo: «A mí una cosa que me gusta mucho de ellas es que están disfrutando de esto y les gusta la interpretación pero tienen clara que la prioridad es estudiar. Andrea (Celia) quiere estudiar magisterio o ingeniería y no tiene prisa, ni presión, es muy tranquila y no se ha puesto ninguna meta, de momento quiere seguir siendo una niña«, concluye la directora.
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